Una mezcla cálida y envolvente que combina notas amaderadas profundas con un dejo especiado. Invita a conectar con la abundancia material y espiritual, evocando fuerza, estabilidad y expansión.
Un aroma fresco y revitalizante que despierta los sentidos. El jengibre picante se equilibra con la luminosidad del limón, creando una sensación de claridad mental y calma interior.
Delicada y armoniosa, esta fragancia trae el frescor verde del bamboo con la suavidad floral del tilo. Es un susurro de naturaleza viva, que envuelve y renueva desde lo sutil.
Relajante y floral, une la dulzura del azahar con la frescura terrosa de la lavanda. Es una invitación a bajar revoluciones y volver al centro con suavidad y equilibrio.
Una composición etérea y luminosa. Las flores blancas, con su elegancia y pureza, despiertan la energía de plenitud y gratitud, como un jardín en plena floración.
Alegre, jugosa y tropical. Esta combinación frutal despierta sonrisas y ligereza, como una tarde de verano bajo el sol. Es pura vitalidad y disfrute.
Exótica y sofisticada, la orquídea aporta un perfume floral delicado pero persistente. Representa el vuelo del alma, la belleza sin ataduras, la expresión auténtica.
Cítrica y floral a la vez, esta fragancia eleva el ánimo. El neroli aporta luz, mientras que la bergamota ofrece frescura y optimismo. Es un renacer sutil y lleno de fe.
Dulce y reconfortante, el coco y la vainilla crean un abrazo aromático que evoca ternura y juego. Ideal para reconectar con el gozo simple de estar presentes.
Un blend inesperado: frutos del bosque con fondo amaderado. Representa la fortaleza que emerge del alma luego de atravesar tormentas. Fuerte, dulce y valiente.